Con ocasión del Año Internacional de la Mujer, la Comisión Jurídica y Social de la Mujer (CSW) instó a organizar la primera conferencia mundial sobre la mujer, la cual se concretó en 1975, cuando en Ciudad de México se reunirían representantes de 133 gobiernos en la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer. El informe de la conferencia estableció que adoptar medidas constitucionales y legislativas respecto del principio de no discriminación por sexo e igualdad de derechos y responsabilidades entre hombres y mujeres es esencial, por lo que en los Estados debe “promoverse la aceptación general de los principios contenidos en tal legislación y un cambio en las actitudes referidas a ellos a fin de fortalecerlos. Es así mismo esencial asegurar que la adopción y consolidación de esa legislación pueda por si misma tener influencia significativa en el cambio de actitudes y valores tanto en los medios públicos como privados”.
Cinco años más tarde, en Copenhague se reunieron 145 Estados miembros en la Conferencia Mundial del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer, para examinar los obstáculos y avances de los objetivos planteados en la primera conferencia mundial. En esta conferencia se hizo un llamado para adoptar medidas más firmes en materia de igualdad de género, pues a pesar de los avances legislativos de los primeros cinco años, éstos fueron insuficientes. En este sentido, se aprobó un Plan de Acción para examinar las legislaciones nacionales para remover aquellas disposiciones discriminatorias, con especial atención en los derechos de propiedad, herencia, cuidado personal de los hijos y nacionalidad.
En 1985, en Nairobi se reunieron 1.900 delegadas y delegados de 157 Estados miembros en la Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer. En esta conferencia se aprobaron las Estrategias de Nairobi, que mandataba adoptar medidas concretas para superar los obstáculos que se plantearon para el logro de los objetivos del decenio, pues si bien la ley es una herramienta indispensable en materia de igualdad de género, no basta para asegurar los objetivos en la realidad.
Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer (México, 1975).