Surgen en 1913 en Iquique, Antofagasta y en las principales oficinas salitreras, impulsadas por el incipiente movimiento sindicalismo chileno encabezado por Luis Emilio Recabarren, fundador (Iquique, 1912) del Partido Obrero Socialista, el cual siempre alentó la «emancipación femenina», es así, como en su periódico «El Despertar de los Trabajadores», dedicó numerosas páginas a las «nuevas ideas de la liberación femenina» y a las actividades de las sufragistas inglesas.
Es relevante como estos Centros Femeninos recibieron un gran empuje con la visita, en 1913 de la española Belén de Zárraga. Fogosa oradora feminista, anarquista y libre pensadora, que realizó diversas conferencias en Santiago, Valparaíso, Antofagasta e Iquique. Para graficar sus puntos de vista, en una de sus charlas Zárraga señaló, que «en un concilio del siglo VI se sometió a discusión si la mujer tenía alma. Y sólo por dos votos a favor quedó resuelta esta duda». La labor de estos Centros Femeninos se desarrolló entre los años 1913 y 1915, decayendo junto con la explotación salitrera.