La motivación es un constructo que refiere a la energía, dirección y persistencia de un comportamiento (Ryan & Deci, 2000). Es un factor determinante en el éxito o fracaso de los aprendizajes. Así, de la motivación depende en gran medida la persistencia o deserción de los sujetos para alcanzar las metas propuestas, sean estas internas o externas.
La motivación está influida por diversos factores, tales como: las experiencias previas, la percepción sobre la propia capacidad y control de las cosas, las atribuciones causales, los intereses, metas e inclinaciones personales, el contexto socio-cultural y familiar, etc (Ariza y Ferra, 2009).
Dada esta complejidad es que los teóricos han determinado y distinguido entre dos tipos de motivación:
Intrínseca
Relacionada con factores internos del sujeto. Son aquellas acciones que el sujeto considera interesante independendiente de la existencia o no de la existencia de consecuencias (Deci & Ryan, 2000).
Extrínseca
Relacionada con los factores externos del sujeto. La persona no se siente motivada por la naturaleza de la tarea, sino que es un medio para conseguir otros fines.